Día Internacional del Migrante

Día Internacional del Migrante:
Reconociendo la Aportación Esencial de los migrantes a Nuestra Sociedad Frente a Políticas Restrictivas

El 18 de octubre celebramos el Día del Inmigrante, una fecha que nos invita a reflexionar sobre el papel fundamental que desempeñan los migrantes en las sociedades de acogida. En España, según datos oficiales del INE, a 1 de enero de 2023, el 18,15% de la población era inmigrada, con 8.204.206 personas nacidas en el extranjero*. Estas cifras nos muestran una realidad indiscutible: los migrantes son parte inseparable de nuestro tejido social, cultural y económico.

Sin embargo, a pesar de su contribución esencial, asistimos a un endurecimiento de las políticas migratorias europeas, muchas veces impulsadas por discursos populistas, vacíos de argumentos y plagados de bulos. Estas políticas no solo generan exclusión, sino que ponen en riesgo los principios de solidaridad y respeto a los derechos humanos que deberían guiar a la Unión Europea.

La importancia del inmigrante en la sociedad de acogida

1. Un motor económico y laboral

Los migrantes desempeñan un papel clave en sectores vitales como la construcción, la agricultura, la hostelería, el cuidado de personas mayores y servicios esenciales. Aportan mano de obra, dinamismo y creatividad a la economía. Sin su contribución, muchos sectores se verían seriamente afectados. Además, su esfuerzo contribuye al sostenimiento de nuestro sistema público de pensiones, con su trabajo y pago de impuestos.

2. Diversidad cultural y enriquecimiento social

España es un país diverso y multicultural, con raíces históricas ligadas al mestizaje y a la convivencia entre diferentes culturas. Los migrantes aportan nuevas perspectivas, costumbres y tradiciones que enriquecen nuestra sociedad y fomentan la tolerancia, el entendimiento y la inclusión.

3. Juventud y revitalización demográfica

En un contexto de envejecimiento poblacional, los migrantes ayudan a revertir esta tendencia. Sus familias, a menudo jóvenes, contribuyen a rejuvenecer la pirámide demográfica y a mantener el equilibrio necesario para el desarrollo sostenible del país.

Un discurso político preocupante: entre la exclusión y la externalización

Europa, que debería ser un referente mundial en derechos humanos y políticas inclusivas, está cayendo en una peligrosa deriva. El reciente Pacto Migratorio Europeo pone en evidencia la prioridad de blindarse frente a las necesidades humanas, en lugar de gestionar la migración de forma responsable y solidaria.

– Externalización de fronteras: Países como Italia están impulsando centros de internamiento en terceros países para retener a los migrantes, una práctica que, lejos de resolver los desafíos migratorios, vulnera los derechos fundamentales de las personas.

Influencias populistas: La política migratoria europea está cada vez más marcada por las narrativas de extrema derecha, basadas en discursos de odio, mentiras y desinformación. Se responsabiliza a los migrantes de problemas económicos y sociales que, en realidad, tienen causas mucho más profundas y complejas.

Es vergonzoso e inaceptable que la solución sea «externalizar» el problema y delegar en terceros países, muchos de ellos sin garantías democráticas ni recursos, la responsabilidad de gestionar la migración. Europa, como región rica y desarrollada, debe actuar con ética y humanidad.

La necesidad de cambiar la narrativa

Para contrarrestar los discursos de odio y populismo, es urgente poner en valor las contribuciones reales de los migrantes:

– Combatir los bulos y la desinformación con datos reales y verificables.

– Fomentar una narrativa que reconozca a los migrantes como sujetos de derechos y actores fundamentales para el desarrollo de nuestras sociedades.

– Recordar que detrás de cada número hay *personas*, familias y sueños, muchas veces truncados por la injusticia y la falta de oportunidades.

Conclusión:

El Día del Inmigrante no es solo una fecha para celebrar, sino para exigir políticas migratorias más humanas y justas, alejadas del populismo y de la deshumanización que promueven ciertos discursos. España y Europa tienen la responsabilidad de demostrar que es posible una convivencia inclusiva y solidaria.

Porque, en palabras de la escritora y activista Maya Angelou:

«Todos somos más parecidos que diferentes. La diversidad no debería dividirnos, sino unirnos en el reconocimiento de nuestra humanidad compartida.» 

Desde AESCO ONG, seguiremos luchando por los derechos de las personas migrantes y por una sociedad donde la inclusión y la dignidad humana sean los pilares fundamentales.

Andrés Gaviria

Presidente Aesco ONG.